Te quiero.

sábado, 7 de enero de 2012

Algo nuevo

Últimamente me gusta coger el aire, coger el aire profundamente; cerrar los ojos y sonreír. Aguantar el aire unos segundos, y después soltarlo. Ya no me gusta mirar atrás, parece que estoy empezando a pasar página. Y esto me sienta bien, parece que los días ya no son para una sola persona. Parece que ya no sigo el juego de no poder sonreír, parece que algo se ha disuelto, ya no hay porqué estar triste. Tan solo me gusta reír. Reír, sonreír, y ser feliz con pequeños detalles que no tienen porqué hacerme sentir mal al cabo del tiempo. Sin embargo tengo ganas de algo nuevo, ganas de una nueva historia para mi libro... ganas de magia. Ganas de desear a alguien, ganas de ese cosquilleo, de esa presión en el pecho. Ganas de saber que esa nueva vez no sea yo la que sufra, y que si sufro, que sea juntos. Ganas de equivocarme, y de volverlo a arreglar. Ganas de cambio, ganas de locura. Pero mientras tanto no voy a esperar, lo que si voy a hacer es buscarlo, ganarlo, luchar por ello. Y no solo me voy a centrar en ello, también voy a seguir corriendo por la calle con mis amigos y amigas, también vacilaré a la gente que pasee por el parque, iré a la pista de hielo a ver quien se cae, y mil cosas más. Y todo esto tiene una simple razón, para oír una vez más la risa de ellos y ellas, mis amigos. Aquellas personas que han disfrutado de mi sonrisa, que han jugado con cada una de mis palabras, han sonreído al oír las frases con las que yo describía lo que sentía. También han llorado cuando una de mis lágrimas rozaba mi cara, han sentido rabia cuando algo me fallaba, y han estado conmigo decidiera lo que decidiera. Saber que ellos están, que no se irán, saber que también me esperarán. Ahora cogeré aire una vez más, cerraré los ojos y sonreiré. Volveré a sentir ganas de algo nuevo, de otro cuento de Hadas. Ganas de vivir, de volar. Y tengo la seguridad de que no hará falta mucho tiempo para que esto ocurra, pero a mí el tiempo no me importa, esperaré lo que haga falta, lo que quiero es que llegue. Tampoco quiero la historia perfecta, ni el amor perfecto, ni el final perfecto. Lo que si quiero es encontrar la perfección en todas estas cosas, aunque no lo sean. Lo que sí será perfecto será mi camino, porque no hay nada tan bello como desear algo con tanta fuerza que te construyan un camino para conseguir lo que quieres. Pero yo soy de las que piensan que es mejor el camino que el destino, porque el esfuerzo es que de verdad te importe algo, y si de verdad te importa, lo vas a intentar una y otra vez, una y otra vez. Por tercera vez cierro los ojos, cojo el aire, sonrio, sé que lo siento, cuando sé que lo he sentido, abro los ojos, lo que veo es un mundo por descubrir, mil caminos diferentes, cien historias, y felicidad infinita.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya hace casi un año que el tiempo se quedó detenido en este lugar. Un año de silencios sin fin, de emociones contenidas, de indeseables letargos.

Casi un año esperando a que el futuro se recomponga, a que la llama se encienda, a que me mires cuando me ves, a que me busques cuando no estoy cerca. Si no fuera porque te encuentro a menudo en mi búsqueda furtiva (tan cerca y tan lejos, a la vez), ya habría renunciado a ti.

Pero el sentimiento sigue vivo, esperando un dieciocho de marzo para volver a encontrarme con tus mejillas y dejarte la huella ardiente de mis besos.

Necesito que vuelvas a escribir y que vuelvas a invocar a tu amado, aunque no sea a mí a quien llames. Necesito volver a caer en tu apasionado sentimiento, aunque no sea a mí a quien te entregues.

Lo necesito, créeme.